22 de julio, porras antequeranas para cenar

Venta Gerardo. Ignorada por la internet e incluso por la cartelería más tradicional, hay que saber dónde está para poder encontrarla o que algún alma caritativa te explique su ubicación por email y luego la complemente a través de la telefonía móvil. Yo, que cuando voy en coche, si hay dos o más caminos, siempre elijo el peor , ¡aún no me explico cómo Pedro pudo llegar directamente con el email de Lourdes!. Yo creo que ese fue el motivo por el que fue recompensado con una linda cagadita de un tierno pajarito, como reconocimiento a sus dotes de explorador.
Antes de ir a la Venta Gerardo, algunos fuimos al Museo Municipal, en una visita que, aunque corta -media hora- fue muy interesante. Ubicado en el Palacio de Nájera de Antequera, su planta baja está repleta de columnas y miliardos romanos; ya en planta alta destacan el famoso “Efebo de Antequera”, escultura romana realizada en bronce en el Siglo I y San Francisco, en madera policromada, de Pedro de Mena.
Ya en la venta, sentados al fresquito sin amedrentarnos el que hiciera treinta y ocho grados de temperatura, tras desechar los mejillones del Guadalhorce, nos servimos de una enorme fuente una abundante y coloradísima porra antequerana, repleta de “tropezones” vegetales y el imprescindible jamoncito. Como “de todo hay en la viña del Señor”, a unos les gustó más que a otros y tras “jartarnos” de porra la temperatura subió algunos grados. Terminamos la cena con un bombón helado para cada uno, de distintos sabores, almendrados, blanco y de trufas.
Y de ahí, los que quedamos nos fuimos a disfrutar del famoso Festival de Blues de Antequera, cuya anual edición empezaba este jueves con la actuación en la Plaza San Francisco de la “Sonora Big Band”, pero ¡oh, maldición! cuando llegamos ya había terminado la actuación. Mas, animosos como somos, decidimos salvar la noche yéndonos a un pub a tomar una última -y primera- copa; así que llegamos a “La Madriguera”, donde, al son de una horrible e inapropiadísima música, nos despachamos cada uno un copazo, de agua, baileis, vermú o roncitocola.
Obviando estos imponderable, hay que decir que pasamos, como siempre, un magnífico rato hablando de todo, incluso de internet. Nos acordamos no sólo del siempre presente Juanjoburgos, sino de los menos asíduos, como Teo, Joan, Amalio, Carmina y Lorenzo y de los nuevos locos, como Juan Manuel Naranjo, Antonio Roche, Carlos Palladino y Celu.
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P.D.: Como la cosa musical quedó “chunga”, intentaré desquitarme este sábado en Casabermeja, en su Festival de Cante Flamenco, oyendo a Antonio Núñez “Chocolate”, Esperanza Fernández, Fernando Terremoto y Andrés Lozano y viendo bailar a Manuela Carrasco.

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Pepe Lozano.