11.10.04

"La isla de los locos", de Felipe Gámez

Nuevo artículo de Felipe para Onda 8. Ahí va, que lo disfruten.

La isla de los locos

La isla de los locos
FELIPE GÁMEZ M.

11 de octubre de 2004

"En invierno, cuando el buen tiempo en Málaga lo permite, los sábados después de almorzar doy un garbeo con mi perro por el paseo marítimo, ahora nombrado como de Antonio Banderas, hasta llegar al Morro de Poniente. Disfruto así del sol, del mar y de un paisaje solitario, sin ser tan agobiante como las caminatas descritas por Daniel Defoe contando las andanzas de Robinson Crusoe en su isla desierta. Suelo lleva un libro, poesía por regla general, en especial una antología bilingüe de Emily Dickinson traducida por Amalia Rodríguez. Al llegar me siento cara al mar de Torremolinos (siempre en la misma piedra) y leo sobre una media hora.

El invierno pasado, tras un par de semanas de mal tiempo, fui de nuevo y hallé mi sitio ocupado por otra persona que también leía. El tipo, tan friolero como yo, vestía vaqueros de marca, una parca de ante a la moda y una bufanda a juego con dos vueltas a la garganta. Le molestó que me sentara cerca porque enseguida se puso a incordiar. “Los que leemos somos gente solitaria -dijo-. )Por qué no se va a otra parte? Me interrumpe, se mete en mi lectura y me impide la concentración.” Pese a sentarse en la piedra de mi costumbre, él no me incomodaba, no soy tan puntilloso y tras hacérselo saber mantuvimos una breve conversación antes volver cada cual a su libro.

Me dio la espalda y yo quise ahondar en la Dickinson que me fascina pero no resultó. De repente se puso a explicar: “Leo una novela, se llama El hospital de las ranas, de Lorrie Moore, una escritora estadounidense. La protagonista es igual que mi mujer: una zorra que le sobra el tiempo, se aburre y la paga con el marido, es decir conmigo.” Me enseñó la foto de Lorrie Moore en la contraportada del libro y dijo: “)Sabe? El mundo está lleno de hombres insatisfechos y de mujeres mal folladas. Gran parte de todo lo malo que nos sucede tiene ese origen.”

Procuro ser una persona educada y le presté atención. Como él no podía leer se dedicó a impedir que yo lo hiciera. “También soy escritor -dijo receloso-. Escribo una novela que trata los problemas hombre-mujer sin separarles, buscando entenderles mientras están en un lugar del que no pueden huir. No hay que salir del hombre y de sus egoísmos para caer en las mujeres y los suyos. Debemos pensar en el conjunto, verlos desde un punto elevado, tratarlos por igual, comprender al uno y al otro... hacer en suma lo más difícil: (universalizar!” Sonaba bien así que le pregunté: )Y qué tal? )La obra se desarrolla según lo previsto o se complica? Hizo una mueca e ignoró lo que obviamente eran preguntas chorra. Su discurso seguía: “Mi novela se llamará La isla de los muertos. Tras unas cuatrocientas páginas de intensos y agotadores diálogos y conflictos, los protagonistas descubren que han naufragado durante un crucero y todos han muerto. Caronte los ha llevado a una isla donde reproducen sin fin sus discusiones y traumas. Se trata de la isla de la muerte. )Se da usted cuenta?”

Sentí decirle que L= île des morts es el título conocido de un libro del 94, escrito por un autor francés: Jean Frémon. “(Ah, vaya. No lo sabía! -Dijo entristecido-. Leo mucho pero no podemos leer todo lo que sale. Lo cambiaré por, La isla de los locos. )Sabe? Hoy todo el mundo escribe. Vivimos en el paraíso de los editores... ellos deciden quién publica y quien no. Hace unos días recibí la carta de una editorial malagueña; el gerente me pedía una entrevista. Quería hablar de esa novela en concreto y de otras que duermen en cajones oscuros. Fui, (naturalmente! El tipo tenía el despacho en Pedregalejo... pero no era un editor sino un psiquiatra. Mi mujer montó la estratagema para hacerme ir. Cuando supe la verdad pregunté: Entonces... doctor, )estoy loco? Él dijo: No lo sé aún, ya veremos.” El mar aleteaba. La tarde languidecía. Me levanté y lo dejé hablando solo. Mientras me iba recordé una frase de Amado Nervo: “La locura y el genio son novios, pero jamás pudieron casarse.”

Un saludo y hasta el lunes de la semana que viene


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